Redaccion | Octubre 14, 2015
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Quizás, usted haya oído decir alguna vez que los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus. De hecho, existe un libro de mucho éxito con un titulo casi idéntico.
Pero resulta, de acuerdo a la teoría de uno de los “cazadores de alienígenas” más relevantes del mundo, que ambos sexos podrían ser capaces de rastrear, en realidad, sus propias raíces hasta el mismísimo planeta rojo.
Seth Shostak, uno de los astrónomos del célebre Instituto de Búsqueda de Vida Extraterrestre (SETI), afirma que, organismos vivos primitivos, podrían haber hallado la forma de trasladarse desde Marte, hasta la propia superficie de nuestro planeta.
“Es posible que miles de millones de años atrás, pequeñísimos trozos de componentes biológicos abandonaran el planeta rojo para infectar la Tierra”, exponía en un artículo para el diario digital, The Huffington Post.
“Sí, es así, su árbol genealógico, y el de todas las demás formas de vida terrestre, no tendría sus raíces en las más profundas aguas de los antiguos océanos terrestres sino, más bien, en los desaparecidos mares marcianos”, afirmaba el científico.
Esta asombrosa afirmación se basa en una teoría llamada “panspermia” que sugiere que, ciertos microorganismos muy resistentes, pueden ser capaces de sobrevivir indemnes a los estragos del espacio y viajar entre planetas.
Estas valientes bestias interespaciales “pudieron ser impulsadas en un terrón de tierra arrojado al espacio al chocar un asteroide contra ese planeta”.
Y, aunque las “las condiciones a bordo pudieron ser bastante peores que las de Ryanair”, esto supuso el permitirle a pequeñas motas de vida viajar hasta la Tierra, siempre suponiendo que dicho planeta hubiera sido, “alguna vez”, el hogar de organismos vivos.
“Los científicos estiman que en los primeros días del sistema solar, miles de millones de rocas, de entre una pulgada y el tamaño de un patio de recreo, fueron transportados de forma involuntaria desde el planeta rojo hasta la Tierra”, señaló Shostak.
“En su juventud, Marte era un planeta más húmedo y más cálido que ahora, y podría haber dado lugar a seres vivos en un momento en que la Tierra tenía la misma vida que una fiesta de pijamas de octogenarios”, afirmó jocosamente.
“Debido a que muchas rocas marcianas fueron expulsadas al espacio en uno de esos eventos, es muy probable que al menos una de ellas proviniese de un zona habitada de la superficie del planeta Marte”, dijo.
“Y, quizás, algunas de estas rocas marcianas aterrizaran en la zona adecuada de la Tierra para acogerlas”, sugirió.
Con esta teoría en mente, Shostak pidió a la NASA y otras agencias espaciales el extender su búsqueda de vida extraterrestre a todos los demás planetas del sistema solar, afirmando que la vida, finalmente, “podría ser tan común como la comida rápida”.
Entonces, ¿son los terrícolas descendientes de los marcianos? ¿Usted qué opina?
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